"Llamadas" de exportacion


por Sergio Antonio Herrera


En poco más de medio siglo, las Llamadas montevideanas se han convertido, sin dudas, en uno de los íconos más consistentes de nuestra identidad.

Casi por generación espontánea, "tocar el tambor" se ha ido convirtiendo en una de las preferencias, casi en un culto, para nuestra juventud principalmente, pero, sin límites etarios en general.

En cada barrio, diferentes días (generalmente fines de semana)se oye el repiqueteo por las calles.

"Tocar el tambor" es la clave, todo lo demás es accesorio.

Pues bien, estamos en presencia de un fenómeno en plena evolución; de las dos modestas docenas de comparsas de antaño, a las 45 agrupaciones de hoy, que han hecho desde el año pasado duplicar el festejo (el desfile se hace en dos días), han pasado muchas cosas y las Llamadas, lo que comenzó siendo el festejo de la comunidad negra local, ha pasado a ser parte de la cultura uruguaya sin distinción de raza,género, religión y cada vez menos, de clase social.

Anoche, para nosotros, el punto más alto, lo más destacado, fue la comparsa "La Melaza" ("porque somos dulces y sabrosas", según dijo una integrante)integrada casi en su totalidad por mujeres.

Una cuerda de 54 tambores en manos femeninas "sonando como los dioses"...